Rutas turísticas para conocer El Salvador
El Salvador es pequeño en territorio, pero grande en experiencias. Playas, volcanes, pueblos y cultura se recorren mejor a través de estas 8 rutas únicas.
De acuerdo con el Ministerio de Turismo (MITUR), El Salvador cuenta con 8 principales rutas turísticas: Ruta Sol y Playa, Ruta de Las Flores, Ruta Arqueológica, Ruta Artesanal, Ruta Complejo de los Volcanes, Ruta de las Mil Cumbres, Ruta de la Paz y Ruta Fresca. Cada una fue diseñada para mostrar lo más representativo del país y facilitar la experiencia de los viajeros.
Si sos de los que disfrutan lanzarse a la carretera, detenerse en miradores y descubrir lugares nuevos en cada parada, aquí te dejamos un repaso de estas 8 rutas que no podés dejar fuera de tu lista de viajes.
1. Ruta Complejo de los Volcanes
Tres gigantes dominan el occidente: el volcán de Santa Ana, Izalco y Cerro Verde. Este circuito es perfecto para quienes buscan aventura y paisajes impresionantes.
Las temperaturas rondan entre 6° y 8° en la zona más alta, convirtiéndolo en un respiro fresco. Además, forma parte de un parque natural protegido, rodeado de cafetales que son fuente de vida para las comunidades locales.

2. Ruta Artesanal
En distintos rincones del país, la creatividad de los salvadoreños se plasma en barro, madera, telares y murales. La Palma, San Ignacio y Citalá (Chalatenango) destacan por su pintura inspirada en Fernando Llort y sus talleres de madera. Ilobasco (Cabañas) es la cuna de las famosas miniaturas de barro y cerámica, reconocidas a nivel centroamericano.
En San Sebastián (San Vicente), los telares producen hamacas y textiles multicolores, mientras que Suchitoto (Cuscatlán) cautiva con su arquitectura colonial, calles empedradas y un ambiente bohemio que respira arte. Esta ruta permite regresar con un recuerdo hecho a mano y conocer de cerca la herencia artesanal del país.

3. Ruta de la Paz
En Morazán, a cuatro horas de San Salvador, la Ruta de la Paz reúne seis circuitos turísticos que ofrecen cascadas, pozas, miradores y pueblos llenos de historia. Desde Perquín y Arambala, donde se encuentra el Museo de la Revolución y senderos que recuerdan la guerra civil, hasta Meanguera, Joateca o Villa El Rosario, con paisajes y agroturismo.
Otros puntos destacados son las cascadas de Chilanga y Osicala, el cerro Cacahuatique, las artesanías de barro negro en Guatajiagua y los petrograbados de Cacaopera. Además, durante las fiestas patronales se mantienen vivas tradiciones como la danza de Los Emplumados. Es un recorrido que combina memoria, cultura y naturaleza, mostrando a Morazán como un territorio de paz y hospitalidad.

4. Ruta Sol y Playa
Con más de 300 kilómetros de litoral y unas 45 playas de arena oscura, esta ruta es la carta de presentación del turismo salvadoreño. Los surfistas encuentran en El Sunzal, El Zonte, Punta Roca y El Tunco olas de fama mundial, mientras que familias y viajeros casuales prefieren rincones más tranquilos como Mizata, La Perla o Costa del Sol.
El recorrido también incluye manglares como los de Jiquilisco, La Barra de Santiago e Intipucá, ideales para paseos en kayak, pesca o avistamiento de aves. Y para los más aventureros, el buceo ofrece una experiencia única bajo el mar.
En tierra firme, restaurantes y comedores del Puerto de La Libertad completan la experiencia con pescado frito y mariscos frescos.

5. Ruta Arqueológica
Quienes disfrutan de la historia y la arqueología encuentran aquí un viaje al pasado. En Casa Blanca y Tazumal (Santa Ana), las pirámides recuerdan la grandeza de las culturas que habitaron la zona hace más de 2,000 años. San Andrés (La Libertad) fue un centro ceremonial y administrativo en tiempos mayas, mientras que Cihuatán (San Salvador Norte) conserva más de 300 hectáreas de estructuras.
La perladel recorrido es Joya de Cerén, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993, donde una erupción volcánica preservó intacta la vida cotidiana de una aldea agricultora. Cada sitio arqueológico es un recordatorio de que El Salvador fue un punto clave en la civilización mesoamericana.

6. Ruta de las Mil Cumbres
Este recorrido conecta la Bahía de Jiquilisco (Usulután) con la Sierra de Tecapa y la famosa Laguna de Alegría, un cráter que cambia de color según la luz y los minerales. A lo largo del trayecto, los viajeros pueden disfrutar de deportes acuáticos, observación de aves y cafetales que cubren las montañas.
El contraste es lo que más sorprende, pasar de los manglares del litoral a los paisajes volcánicos en cuestión de horas. Es ideal para quienes buscan un viaje que combine costa, montaña y cultura local.

7. Ruta de Las Flores
Ubicada entre Sonsonate y Ahuachapán, abarca Nahuizalco, Salcoatitán, Juayúa, Apaneca y Ataco. Cada pueblo tiene una personalidad distinta. Nahuizalco conserva tradiciones indígenas; Juayúa es famoso por su festival gastronómico; Apaneca sorprende con su clima y aventuras como canopy y buggies; y Ataco destaca por sus murales y su aire fresco.
Según datos del MITUR, es la segunda ruta más visitada del país después de Sol y Playa, con más de un millón de visitantes al año.

8. Ruta Fresca
El norte de Chalatenango es un refugio de clima agradable, se mantiene entre los 10 y 18 grados, convirtiendo a esta ruta en un refugio contra el calor. La Palma, San Ignacio y Citalá son sus principales destinos, rodeados de montañas y paisajes que invitan a la calma.
La Palma es famosa por su museo dedicado a Fernando Llort, San Ignacio conserva calles empedradas que evocan al “El Salvador de antaño”, y Citalá ofrece miradores naturales con vistas hacia Honduras. Entre caminatas, agroecoturismo y talleres artesanales, esta ruta combina frescura y cultura.

Tomado de:
El Salvador.com https://www.elsalvador.com/