Coronavirus, ¿crisis hotelera u oportunidad para los inversores?


Uno de los sectores que más está sufriendo las consecuencias de la propagación del coronavirus es el turismo, vital para la economía española y que, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), representa alrededor de un 12 % del PIB y da empleo de forma directa a 2,62 millones de personas.
No en vano, en 2019 visitaron España 83,7 millones de turistas, un 1,1 % más que un año antes, procedentes sobre todo de Reino Unido, Alemania y Francia, siempre según el INE.
Será prácticamente imposible repetir estas cifras este año y, según la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el sector turístico español dejará de recibir entre 2,7 millones y 6 millones de turistas extranjeros debido a la crisis del coronavirus si no se ataja antes de Semana Santa o del verano.
En línea con la parálisis que está viviendo en estas semanas gran parte de la actividad económica española, el consultor inmobiliario Colliers, que acaba de poner en marcha una web basada en “big data” con información, tendencias de mercado y consejos, constata la brusca parada del “reloj” inmobiliario.

La demanda, congelada

La demanda, señala la consultora, ha pasado drásticamente a estar congelada a la espera de una disminución de la incertidumbre, y las decisiones de inversión tanto de fondos institucionales como de consumidores finales se han paralizado hasta tener una foto clara de la magnitud de toda esta crisis.
Aunque el parón alcanza todos los sectores productivos y congelará la economía durante los próximos meses, afectará de manera muy significativa al ámbito inmobiliario, y el sector hotelero es uno de los que se verá más afectado por las medidas de prevención tomadas por las autoridades.

Suite del Mandarin Oriental París. Foto: Cedida por el hotelSuite del Mandarin Oriental París. La cadena tenía previsto abrir en Madrid un cinco estrellas. Foto: Cedida por el hotel

Pero, advierte Colliers, la industria hotelera está acostumbrada a las fluctuaciones estacionales en los ingresos y la demanda, y además la epidemia de SARS, el primer coronavirus mortal, sufrida en 2002, ayudó a preparar el sector para adaptarse en tales circunstancias.
Por otra parte, no hay visos de que se produzca una nueva burbuja inmobiliaria en España, donde la compraventa de viviendas bajó en enero un 5,9 % frente al mismo mes del año anterior, según datos del Consejo General del Notariado, y un 5,1 % en 2019, según el INE.
De ahí que se hayan fijado en el sector hotelero grandes inversores o sociedades de inversión inmobiliaria (socimis), de las cuales cerca de 80 cotizan en la Bolsa española, casi todas en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), tres en el mercado continuo (Hispana, Lar y Árima), y dos en el IBEX (Merlín y Colonial).
El director general de Hoteles de Colliers, Miguel Vázquez, señalaba en un informe de enero que el mercado español del sector muestra un “enorme dinamismo”; en su opinión, “probablemente este 2020 volveremos a estar por encima” de esa cifra, lo que demuestra que “España no estaba en el mapa de los inversores, pero ahora definitivamente lo está”.
Además, grandes fortunas de México y Venezuela se preparaban antes de esta crisis para crear socimis en España y posteriormente lanzarlas a cotizar en el operador bursátil paneuropeo Euronext, con sede en Ámsterdam, atraídos por la seguridad jurídica que ofrece Europa.
Por si fuera poco, un informe reciente de BNP Paribas Real Estate indicaba que grandes cadenas hoteleras del lujo mundial que todavía no tenían presencia en España entrarían en 2020 en el mercado de los cinco estrellas.
Durante este año estaba previsto que abrieran establecimientos de cinco estrellas en Madrid cadenas como la canadiense Four Seasons, Mandarin Oriental, las cadenas W y Edition de Marriot, Raffles o Pestana, algunas de las cuales ya tienen presencia en España, pero no en la capital, mientras que llevan años instaladas en las grandes ciudades de Europa.


Fuente: EFETUR, Agencia EFE.




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