Vacaciones encorsetadas, ¡no, por favor!

Viajar sin apenas planificación y dejándose llevar es una fórmula alternativa para conocer lugares. Por ello, para turistas como Carmen, una joven murciana de 26 años que se ha tomado dos semanas para disfrutar de la Costa del Sol y hacer un recorrido por los principales puntos turísticos de la provincia de Málaga, no organizar las vacaciones con demasiada antelación es también una forma de afrontar su viaje.

“Mi objetivo es probar la gastronomía tradicional de cada lugar que visito”

“Voy sin ningún plan en concreto, simplemente quiero desconectar y por eso he decidido venir a esta ciudad. Me lo estoy tomando con tranquilidad, quiero disfrutar del clima y, especialmente, de la gastronomía”, ha explicado a Efe esta visitante, que se dedicará a tomar el sol y disfrutar de los chiringuitos de la playa.

Casa de alquiler en Málaga con vistas a la montaña. Foto: Homeaway.

Christian, que dice que viaja en cuanto el trabajo se lo permite, también opta por improvisar a la hora de viajar. “No he contactado con agencias tradicionales, simplemente compré los billetes del AVE y reservé hotel para una semana, ahora estoy quedando con amigos para que me orienten un poco”, ha explicado este joven catalán.

También hay turistas que no se conforman con visitar una sola ciudad, como Jolye, una turista checa que ha decidido recorrer las principales ciudades de España como Madrid, Barcelona, Sevilla y Málaga. “Mi objetivo es probar la gastronomía tradicional de cada lugar que visito”, ha comentado.

Son muchos los que eligen ciudades costeras para sus vacaciones como Marta y Álvaro, que llevan como pareja unos meses y han decidido hacer su primera primera escapada romántica. “Somos de un pequeño pueblo de Córdoba y hemos venido en coche sin apenas antelación”, ha asegurado ella a Efe.

El componente romántico de viajar sin planificación

Han decidido apostar por la oferta cultural de la capital malagueña porque -según confiesan- son unos “enamorados del arte” y no van a perderse museos de referencia como el Centro Pompidou o las famosas colecciones de pintura española del siglo XIX y principios del XX del Museo Thyssen.

Estos jóvenes prefieren invertir su dinero en actividades culturales antes que pagar un alto coste por el alojamiento. “Hemos alquilado un apartamento turístico que nos sale mucho más barato que un hotel en pleno centro de la ciudad “, ha explicado.

Además de disfrutar de la cultura y la gastronomía, otros optan por conocer la naturaleza de los enclaves que visitan como Javier y Leo, una pareja sevillana que visita por tercera vez la capital de la Costa del Sol con el objetivo de hacer senderismo.

Imagen de archivo de una sala en el Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid. Foto: EFE/Javier Liaño

“Siempre que tenemos unos días libres en el trabajo nos escapamos para hacer senderismo y esta vez nos ha tocado el Caminito del Rey”, ha destacado Javier, que asegura que es uno de los senderos “más duros” con los que se ha topado.

Delia es una granadina que quiere ponerse a prueba. “Me encanta disfrutar de la naturaleza“, ha explicado la joven a Efe, que dice que su “mejor medio de transporte” es compartir vehículo con otros pasajeros porque la considera “la forma más barata” y ha buscado un albergue para poder alojarse.

El toque más tradicional en las vacaciones lo ofrecen familias como la de Cedrina, que ha viajado desde Italia junto a sus dos hijas para visitar la Costa del Sol y destaca el clima de España, pero lo que más valora es la gastronomía y “la paz que transmite la playa”.

“Nos alojamos en un hotel del centro porque queremos tenerlo todo cerca por la comodidad de mis hijas”, ha comentado tras explicar que ella sí ha optado por organizar el viaje a través de una agencia de viajes tradicional porque prefiere “tenerlo todo bien atado“.

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