Alimentos dignos de un museo


Si eres de esos a los que se le conquista por el paladar, no dudes en visitar los espacios expositivos que presentamos a continuación, museos gastronómicos que adentran al turista en los secretos de algunos de los productos más destacados de la cocina española. Cultura y gastronomía se dan la mano en un viaje donde los sabores, más que nunca, hacen las delicias de los viajeros foodies.

Museo del chocolate -Barcelona-

La propuesta más dulce de nuestra clasificación es, sin duda, la que nos lleva a descubrir el Museo del Chocolate, en el casco antiguo de Barcelona. Este espacio expositivo, dividido en ocho salas, está integrado en el antiguo Convento de Sant Agustí, y ofrece, a través de distintos paneles informativos, un recorrido por la historia del cacao y el chocolate, su origen en el mundo maya-azteca, su proceso de fabricación, o su uso en las diferentes culturas del mundo.

El museo permite contemplar también numerosas figuras de chocolate elaboradas por maestros pasteleros, degustar o adquirir este producto en la tienda-cafetería, participar en talleres de repostería, disfrutar de catas de chocolate o, simplemente, dejar que se nos haga la boca agua con esta dulce tentación que cobra forma, por cierto, en la propia entrada al museo en forma de chocolatina.

Imagen del Museu de la Xocolata de Barcelona. Foto: Cedida por el museo

Imagen del Museu de la Xocolata de Barcelona. Foto: Cedida por el museo

Museos del aguardiente anisado de Rute y España -Rute, Córdoba-

La botella más antigua de aguardiente del mundo -de 1790-, alambiques en funcionamiento, una colección de antiguas fotografías de etiquetas, un cartel inédito de 1820, o el primer maletín fabricado en nuestro país para viajar como representante de anís; todo ello podemos encontrarlo en los Museos del aguardiente anisado de Rute y España, ubicado en Rute (Córdoba).

Este espacio ocupa cuatro salas en la parte más antigua de una destilería de Rute que data de 1908, y recoge los orígenes de los anisados aguardientes y de su evolución hasta la actualidad, un producto que según explican a Efetur fuentes del museo “ha sido fabricado en más de 3.000 pueblos de España y en más de 10.000 destilerías”. “¡Imagínese, pues, el total de marcas que han llegado a existir!”, afirman.

Los visitantes pueden descubrir aquí 8.208 piezas originales, así como degustar el producto que reúne “27 propiedades medicinales”.

Imagen de los Museos del aguardiente anisado de Rute y España. Foto: Cedida por el museoImagen de los Museos del aguardiente anisado de Rute y España. Foto: Cedida por el museo

Museo del atún -Barbate-

Nos adentramos ahora en la tradición ancestral que existe en las costas gaditanas en torno al mundo del atún de almadraba, su captura y posterior transformación, a través de un museo dedicado a esta delicia del mar.

Durante el recorrido, los visitantes pueden contemplar, a través de distintos sistemas audiovisuales, replicas de ruinas marinas, barcos hundidos, o redes de almadraba; así como conocer las actuales formas elaboración, que combinan el proceso artesanal con los últimos avances tecnológicos y sanitarios. La visita incluye una demostración del despiece del atún, el conocido ronqueo, en el que el experto explicará el proceso a los asistentes. Y, como guinda, una degustación de este delicioso producto marino.

Imagen del Museo del atún de Barbate. Foto: Cedida por el museo

Imagen del Museo del atún de Barbate. Foto: Cedida por el museo

Museo del Queso Manchego -Toledo-

En pleno casco histórico de Toledo, junto a la Catedral, los amantes del queso tienen su paraíso: un museo que rinde homenaje al popular queso manchego.

Cuenta con tres zonas diferenciadas. La primera, en la que se distribuyen las salas de exposiciones y audiovisuales, muestra la historia y el proceso de elaboración del este tradicional y milenario producto. La sala de catas se dedica a la degustación de cuñas de queso manchego de diferentes curaciones y queserías, acompañadas de frutos secos, mermeladas, tostadas, y distintos vinos de la provincia. Por último, una tienda para adquirir este alimento y trasladar a casa un trocito de este paraíso quesero.

Espacio del Museo del Queso Manchego, Toledo. Foto: Elpidio Solis/Cedida por el museo

Espacio del Museo del Queso Manchego, Toledo. Foto: Elpidio Solis/Cedida por el museo

Museo del arroz -Valencia-

El antiguo molino de Serra -construido a principios del siglo XX– en el el barrio valenciano del Cabanyal, se ha convertido ahora en el Museo del Arroz. Este espacio, impulsado por el Ayuntamiento de Valencia, con la colaboración de la Universidad Politécnica de Valencia, nació con el objetivo de recuperar para la memoria colectiva el proceso de industrialización del arroz, cuyo cultivo tiene profundas raíces en los humedales que rodean la ciudad.

Aprender sobre el proceso de transformación del arroz tal y como se abordaba a principios del siglo XX, conocer el proceso industrial a través de la maquinaria que se utilizaba entonces, o descubrir más sobre la historia de este cereal y su influencia en el desarrollo y la cultura valenciana son algunas de las posibilidades que ofrece el recorrido por este espacio gastronómico.

Vista panorámica de una de las estancias del Museo del Arroz de Valencia. Foto: Efetur/Javier Liaño

Vista panorámica de una de las estancias del Museo del Arroz de Valencia. Foto: Efetur/Javier Liaño

Museo del pan -Mayorga, Valladolid-

El municipio vallisoletano de Mayorga  esconde un espacio expositivo que permite conocer mejor un producto tan sencillo como imprescindible: el pan. Sus variedades, sus procesos de elaboración, su presencia en otras culturas, su evolución a lo largo de la historia…

El museo, puesto en marcha por la Diputación de Valladolid y ubicado en la Iglesia de San Juan, propone descubrir más sobre el mundo de los cereales, los diferentes tipos de molinos, la historia de la fabricación del pan, el mundo de los hornos, incluso los refranes, curiosidades científicas, o la dieta y el valor nutritivo que rodean a este producto. Por último, se puede presenciar la elaboración del pan en el obrador del museo y, cómo no, degustar su sabor artesano.

Imagen del Museo del Pan de Mayorga (Valladolid). Foto: EFE

Imagen del Museo del Pan de Mayorga (Valladolid). Foto: EFE

Museo de la Trufa

El Museo de la Trufa, inaugurado en 2007, lo encontramos en la Sierra de Lokiz (Navarra). La exposición, compuesta por paneles informativos, proyecciones multimedia y otros elementos interactivos, permite descubrir la historia, las características, la cultura y los valores gastronómicos de la trufa negra. Además, tal y como muestra su página web, el Museo cuenta con una sala de audiovisuales donde se proyecta el documental Al encuentro de la Trufa, así como un área infantil y una cocina dedicada al almacén de trufa fresca. Por si esto fuera poco, ofrecen la posibilidad de participar en visitas guiadas o ferias, y comprar en el Museo este y otros productos trufados como foie o trufas en conserva. ¿Y lo mejor? ¡Podrás saborear esta experiencia por sólo dos euros!

Trufas MELANOSPORUM invierno. Foto. Cedida por Museo de la Trufa.Trufas Melanosporum invierno. Foto. Cedida por Museo de la Trufa

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