Otro ángulo de Buenos Aires desde el Río de la Plata



Un recorrido que transcurre desde el Yacht Club hasta el distinguido Puente de la Mujer, una obra arquitectónica diseñada por Santiago Calatrava al más puro estilo europeo, pasando por la fragata ARA Sarmiento, el primer buque escuela moderno construido en el país (1897) y convertido en museo en 1964.
Todo ello accesible en pleno centro de Buenos Aires, cuyo Ente de Turismo dirige actividades similares para el disfrute de sus visitantes mientras apuesta por promocionar las virtudes porteñas.

Buenos Aires, desde otra perspectiva 

Concretamente, la entrada del Río de la Plata al edificado centro de la ciudad proporciona una excusa perfecta para ofrecer otro ángulo de admiración del paisaje urbano del puerto capitalino, diseñado por el comerciante Eduardo Madero a finales del siglo XIX.
En esa época, el país se encontraba en plena expansión comercial y la actividad portuaria era esencial, pero la poca profundidad del agua siempre dificultó su viabilidad. Ahora, los edificios y galpones reciclados albergan oficinas, hoteles, restaurantes y viviendas muy cotizadas que llaman la atención del espectador.
“Es súper lindo y turístico, y muy cerca de la capital, no tienes que salir, no hace falta ir a ningún lado sino que lo tienes aquí mismo en la ciudad, así que es brutal”, valora Daniela Gómez, una venezolana asentada en Buenos Aires que encuentra en este tipo de paseos un “respiro” del ajetreo de la rutina urbana.
Brazada a brazada, son los propios participantes los que impulsan una canoa a través de los diques, buscando una coordinación que, al subir a la embarcación, parece que no va a producirse nunca.
“Al principio es medio complicado porque tienes que tener buena sincronización con la persona de adelante pero la verdad es que después le agarras el hilo y está muy bien”, asegura Gómez.

Hace ya dos años que el departamento de turismo de Buenos Aires dispuso esta oferta, pero el cupo semanal para embarcar -dividido en cuatro turnos con capacidad para diez personas- continúa completándose incluso en la temporada baja del período estival.

Aprovechar le potencial del Río de la Plata

La iniciativa se enmarca en la propuesta del departamento de Turismo de la ciudad de “dejar de darle la espalda al río” y aprovechar su potencial, como resaltaron desde esa dependencia.
Ya pasaron cuatro años desde que se puso freno a la única oportunidad de “navegar” por el río porteño, de la mano de una empresa que ofrecía un recreativo paseo en góndola por los embarcaderos del puerto aunque, ahora, la oferta incluye un factor más “deportivo”.
En torno a una hora, los participantes, que en su mayoría no cuentan con experiencia en este deporte, deben acostumbrarse al movimiento de los remos para que la barca avance, ya que la diversión es proporcional a las ganas que tengan por aprender.
“Algunas personas tienen vértigo, que se les va inmediatamente porque se ponen a pensar en otras cosas pero coordinar cuesta. Imagina diez personas en una embarcación, que no se conocen, de todas partes del mundo… Es difícil coordinar pero después es llevadero”, afirma el instructor de remo Maximiliano Osorio.
Selfis, risas y un ligero dolor de brazos resultan de este paseo alternativo por un barrio que siempre ha convivido con el agua y que adquirió su puesta en valor con el diseño de Madero, que resultó en una isla artificial que separa la ciudad por un canal de acceso al mar para navíos que proceden del exterior.


Hay ciudades a las que se va y ciudades a las que se vuelve. A Buenos Aires se vuelve. Sobre todo, porque uno nunca se cansa de pasear y de


Centro Cultural Kirchner

Dedicado a las artes visuales y escénicas, y a la educación, fue realizado por el arquitecto francés, Norbert-Auguste Maillart y declarado en 1997 Monumento y Patrimonio Histórico Nacional. Se considera el más importante en tamaño de América Latina y albergó en su origen el edificio de Correos y en la década de los 40 el despacho de Eva Perón.

Palacio Duhau

Hoy hotel de lujo, en otra época vivienda familiar. De decoración modernista, con muebles de estilo Belle époque y cuadros contemporáneos, según la misma fuente. En el hotel se exhiben obras de arte como La Ronda, de Guillermo Roux; Torso, del catalán Guerrero Medina; una pintura de Batlle Planas y una escultura de Bastón Díaz.



Fuente: EFEtur Viajes.


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