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Covarrubias, donde se funden naturaleza y tradición castellana
Hablar de Covarrubias, en la Comarca de Arlanza (Burgos), es hablar de una villa con más de mil de años de historia, que atesora reminiscencias de su pasado en forma de cultura, tradiciones, patrimonio, y naturaleza.
Patrimonio de Covarrubias
En estas tierras -habitadas por el hombre desde el Paleolítico- se congregan multitud de atractivos turísticos de diferentes épocas y estilos.
Destaca, por ejemplo, el Torreón de Fernán González, también conocido como Torreón de Doña Urraca, porque, según cuenta la leyenda, en la torre habría estado encerrada Doña Urraca, hija del conde Fernán González. De estilo mozárabe y declarada Bien de Interés Cultural, está considerada como “la primera construcción defensiva de Castilla”, según Turismo de Covarrubias.
El Monasterio de San Pedro de Arlanza, del siglo X y hoy en ruinas, está considerado como “uno de los cenobios más impresionantes que tuvo la Castilla condal”. Fue fundado en 912 y muchas de sus joyas fueron repartidas por diferentes rincones del mundo, como la portada de la iglesia, que se trasladó al Museo Arqueológico Nacional; el sepulcro de los condes de Castilla Fernán González y Sancha está en la Colegiata de Covarrubias; un sepulcro románico se trasladó a la Catedral de Burgos; y distintos frescos, al Museo Metropolitano de Nueva York y el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Otro lugar imprescindible es la Ex Colegiata de San Cosme y San Damián, del siglo XV, “uno de los monumentos más importantes de la villa”. En su interior se puede contemplar el claustro del siglo XVI, el órgano “más antiguo de Castilla” -que aún sigue en funcionamiento- y distintos altares barrocos del siglo XVIII. Alberga, además, un museo con capiteles románicos, tablas de Berruguete y Van Eyck, y el tríptico de la Adoración de los Reyes Magos, atribuido a un discípulo del escultor Gil de Siloé.
Se suma la iglesia de Santo Tomás, del siglo XV, cuyo interior atesora una escalera plateresca; y el Archivo del Adelantado de Castilla, edificio construido en el siglo XVI en honor al Doctor Vallés, médico de Felipe II.
El Rollo Jurisdiccional, situado en el Barrio del Arrabal; la Casa de Doña Sancha; la Casa del Antiguo Boticario; y la Casa del Obispo Peña son otros espacios que esperan al viajero y que son ejemplo de la arquitectura popular de la villa.
Arquitectura popular de Covarrubias, Burgos. Foto: Cedida por Cardinalia Comunicación
Sin olvidar, por supuesto, el monumento en homenaje a la Princesa Kristina de Noruega, que llegó a España para contraer matrimonio con el Infante don Felipe, hermano de Alfonso X el Sabio, con motivo de las alianzas castellanas y noruegas dentro del Sacro Imperio Romano Germánico.
Fiestas y tradiciones
La villa de Covarrubias es también sinónimo de fiestas gastronómicas y religiosas en su calendario. Las celebraciones San Isidro (el 15 de mayo), San Juan (el 23 de junio) y San Laureano (el 4 de julio) son un aperitivo de las fiestas patronales en honor a San Cosme y San Damián, que tienen lugar el 26 y 27 de septiembre.
También sobresalen las celebraciones de Semana Santa, que tienen su punto álgido el Viernes Santo con la escenificación de la Pasión de Cristo. Se trata de una multitudinaria procesión en la que se recrea un viacrucis viviente por las calles de la localidad. Dentro de las festividades religiosas figuran las romerías de San Olav, el 29 de julio; la de Mamblas, el 8 de septiembre; y la de la Virgen de Redonda, el domingo siguiente al 8 de septiembre.
A los amantes de la gastronomía les espera la Fiesta de la Matanza, el fin de semana después del 17 de enero, un evento de exaltación del cerdo en la que se asiste a la matanza tradicional del animal y se puede degustar chorizo, salchichas, morcilla y torreznos, además de disfrutar de la música y el baile.
Por su parte, la Fiesta de la Cereza, el segundo fin de semana de julio, llena la localidad de color con gastronomía, mercados medievales, artesanos, pasacalles, y representaciones callejeras.
Rutas por los alrededores
Para los que se decantan por el turismo de naturaleza hay distintos itinerarios, como la Ruta del Vino de Arlanza, un recorrido por la comarca a través de la historia de su vino, gastronomía y patrimonio; o el Camino del Cid, un itinerario turístico-cultural que sigue las huellas literarias e históricas de Rodrigo Díaz de Vivar.
Otra opción es disfrutar del Camino de San Olav, un camino que parte de Burgos y llega hasta la capilla de este santo noruego; y la ruta del Desfiladero del Ura, con una longitud de 5 kilómetros, que recorre el Espacio Natural de los Sabinares del Arlanza. Se trata de una estrecha y serpenteante garganta rocosa que finaliza en el Valle de Tabaldillo.
La ruta de La Yecla y los Sabinares del Arlanza, con “los más extensos y mejor conservados bosques de sabinas del mundo” y ejemplares que superan los dos mil años de vida, es otra de las propuestas más valoradas de la zona.
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