Disneyland París, para viajar a través de la fantasía


¿Se imaginan tener la oportunidad de intentar encontrar la salida en el laberinto de Alicia en el País de las Maravillas? ¿Y visitar el Castillo de la Bella Durmiente y mirar a los ojos al malvado Dragón? ¿Qué tal un paseo por una galaxia muy, muy lejana o a través de los mares de Piratas del Caribe? Todo esto y mucho más es posible desde un solo lugar: Disneyland París.
Desde que este espacio abriera sus puertas en 1992, bajo el nombre de Euro Disney, hasta que el 12 de abril de 2017 cumpliera 25 años, recibió 320 millones de visitas (según una infografía presentada por la compañía).
Ahora, tras un año lleno de eventos, la celebración continúa y la marca Walt Disney, que acaba de anunciar una ampliación del parque bajo un desembolso de 2.250 millones de dólares, oferta paquetes vacacionales para que aquellos que quieran viajar a través de los sueños puedan hacerlo y festejar estos más de 25 años de fantasía.

Dormir en un castillo de cuento

A pesar de su nombre, el complejo turístico de Disneyland se encuentra situado en la pequeña población de Marne-la-Vallée, a 40 kilómetros al este de la capital francesa. Es por ello que, a la hora de elegir alojamiento, tal vez no quieran decantarse por París (aunque sea una opción que ofrezca el doble de posibilidades turísticas).
Y es que, además de contar en Marne-la-Vallée y alrededores con alojamientos de todo tipo de categorías, algunos, con los que el propio Disneyland París tiene acuerdos, ofrecen servicios adicionales como transporte gratuito del parque al hotel.
Sin embargo, aquellos que deseen una total inmersión en el mundo de los cuentos de hadas, ¡pueden dormir en el propio parque! Así es: además de un parking para caravanas, hay hoteles en el interior del resort.
Antes de cruzar las taquillas pero ya dentro del complejo, pueden encontrar los siguientes alojamientos: Disney’s Hotel New York, Disney’s Hotel Cheyenne, Disney’s Hotel Santa Fe, Disney’s Sequoia Lodge, Disney’s Newport Bay Club y Disney’s Davy Crockett Ranch. Cada uno de ellos cuenta con decoraciones ambientadas en temáticas distintas y varios servicios extra.
Los espectáculos de luz y sonido son una constante en las franquicias Disney. Foto: EFELos espectáculos de luz y sonido son una constante en las franquicias Disney. Foto: EFE
Pero, los que quieran ir un paso más allá y dormir en un castillo propio de los clásicos de Disney, pueden hacerlo en el Disneyland Hotel, el único que se encuentra tras pasar las taquillas que dan acceso al parque.
Se trata de un impresionante castillo en tonos pastel y rosa que recuerda a los de las películas más famosas de la franquicia, en un entorno con decoración victoriana que, además de tener una categoría de lujo, ofrece experiencias adicionales con personajes de fantasía.
Además de la pernocta, el parque ofrece otro evento nocturno desde que cumplió los 25 años: un espectáculo de fuegos artificiales e iluminación, con música y personajes de Disney, que cuentan historias proyectados sobre el Castillo de la Bella Durmiente.
El aniversario fue también motivo de inaugurar otro espectáculo fijo del parque: la cabalgata Disney Stars on Parade. Además, hay otras atracciones que van cambiando por temporadas en distintos lugares del recinto y a diferentes horas.

Disneyland traslada a épocas pasadas

Las guías turísticas más consultadas por los usuarios suelen recomendar unos tres o cuatro días para poder visitar todo lo que el lugar ofrece debido, no solo a la variedad de lugares de ocio, sino a su gran tamaño: tiene una superficie de 22,30 kilómetros cuadrados (el equivalente a 1/5 de la superficie que compone París).
De hecho, Disneyland París, además de ser el principal destino turístico de Europa, es el tercer jardín más grande del Viejo Continente: según la infografía de la compañía tiene 310.250 arbustos, 5.400 metros cuadrados de camas florales, 35.000 árboles, 964.360 metros cuadrados de césped y se plantan al año un millón de flores.
Aunque se suela hablar de un único parque, lo cierto es que el resort cuenta con dos: el parque Disneyland y el parque Walt Disney Studios. Y, antes de las entradas a ambos parques, pueden recorrer la zona de Disney Village, de acceso gratuito y que cuenta con restaurantes y tiendas, así como con un cine IMAX (Cinemas Gaumont), un salón de videojuegos al más puro estilo arcade (Disney Stadium) y un bar con música en vivo (Sala de conciertos Billy Bob).
El castillo de la Bella Durmiente en la franquicia de Disney en París. Foto: EFE
El castillo de la Bella Durmiente en la franquicia de Disney en París. Foto: EFE
Además, Disney Village permanece abierto tras el cierre del parque ofreciendo ocio nocturno, y es también el lugar en el que podrán dar un paseo a bordo del PanoraMagique, un globo de helio en cuyo recorrido se pueden apreciar las vistas del parque y sus alrededores.
Ya dentro del Parque Disneyland, podemos visitar cinco zonas. La primera de ellas es Main Street USA, que se encuentra en la entrada principal, llegando a la plaza central y que, como su propio nombre indica, recuerda a las típicas calles estadounidenses de principios del pasado siglo XX.
Llena nuevamente de tiendas de recuerdos y restaurantes, su principal entretenimiento radica en la decoración capaz de trasladarles a una película de la época, así como algunas atracciones como la posibilidad de recorrer la calle a bordo de vehículos antiguos (desde un coche de bomberos a una limusina) en la Main Street Vehicles, o en un coche de caballos en la Horse-Drawn Streetcars.
También ofrece algunas salas que hacen recorridos históricos por distintos inventos (Discovery Arcade) o la Estatua de la Libertad (Liberty Arcade), y es aquí donde podrán asistir a la Stars on Parade o subir a bordo del Disneyland Railroad, una locomotora a vapor que realiza un recorrido por todo el parque.

Aventuras dignas del cine 

Ya inmersos en el parque Disneyland hay otras cuatro zonas para visitar. Una de las más cercanas a la calle principal es Discoveryland, de temática Sci-fy, donde se encuentran las atracciones de Star Wars, como la Stars Wars Hyperspace Mountain o la aventura intergaláctica 3D Stars Tours.
Allí tendrán también la oportunidad de sumergirse a través de las 20.000 leguas de viaje submarino en el Les Mystères du Nautilus del capitán Nemo; conducir un coche de los años 50 en el Autopia; o volar en uno de los artefactos de Leonardo Da Vinci en el Orbitron.
Entrada del parque Disneyland París, con la decoración del 25 aniversario. Foto: EFE
Entrada del parque Disneyland París, con la decoración del 25 aniversario. Foto: EFE
La segunda zona, Frontierland, se encuentra en torno a un lago que puede recorrerse a bordo del Thunder Mesa Riverboat Landing, un barco de vapor, y donde encontrarán una popular montaña rusa, la Big Thunder Mountain, y una casa del terror, la Phantom Manor.
La tercera zona que pueden visitar es Adventureland, donde se encuentra otra de las montañas rusas más extremas de Disneyland: Indiana Jones and the Temple of Peril. Aquí también están otras atracciones famosas como Pirates of the Caribbean, un recorrido subterráneo en barco a través de las escenas de la saga, o Le Passage Enchanté d’Aladdin”que hace lo propio con este clásico de Disney.
Por último, la zona que cuenta con el mayor numero de atracciones del parque es Fantasyland. Aquí es donde podrán visitar el laberinto de Alicia en el País de las Maravillas (Alice’s Curious Labyrinth), navegar por el aire en el barco de Peter Pan’s Flight, revivir la historia de Pinocho en es Les Voyages de Pinocchio o viajar por un mundo en miniatura en compañía de más de 300 niños de todas las naciones cantando It’s Small World en la atracción homónima.
No olviden visitar en esta zona el Castillo de la Bella Durmiente (La Galerie de la Belle au Bois Dormant), inspirado en el castillo de Neuschwanstein de la región alemana de Baviera, para perderse entre sus jardines e interiores, disfrutar de las vistas que ofrecen sus balcones o bajar a La Tanière du Dragon, la cueva del malvado dragón en una recreación de las mazmorras del hogar de la princesa Aurora.

Y en Walt Disney Studios…

Después de esto, los que quieran visitar un pequeño Hollywood versión Disney pueden acudir al segundo parque del resort, el Walt Disney Studios, más pequeño que Disneyland pero que cuenta con atracciones más extremas.
Allí, accediendo por la zona Front Lot pueden encontrar el Disney Studio 1 donde, además de tiendas y restaurantes, hay un escenario en el que a veces tienen lugar espectáculos musicales en directo.
Desde allí pueden llegar a Toon Studio, dedicada a películas de animación como Ratatouille, cuya atracción homónima Ratatouille, the Adventure les llevará a bordo del ratón-móvil entre proyecciones 3D; viajar a bordo de una alfombra voladora en Les Tapis Volants – Flying Carpets Over Agrabah; subir a la montaña rusa de Buscando a Nemo en un caparazón de tortuga (Crush’s Coaster); o visitar la sala interactiva Art of Disney Animation.
Las otras dos zonas son Production Courtyard, donde recorrer el hotel en ruinas The Twilight Zone Tower of Terror; y Blacklot, que alberga una de las montañas rusas más impresionantes ya que pasa de 0 a 100 kilómetros por hora en tres segundos, la Rock ‘n’ Roller Coaster starring Aerosmith. Allí también podrán sentirse dentro de un plató de rodaje en la Armageddon: les Effets Spéciaux.
En definitiva, de la aventura a la magia, de las emociones de cuento a las más llenas de adrenalina, Disneyland París es un destino que ofrece fantasía para pequeños y mayores.
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