#España: Retrato del festivalero español
España va por buen camino en materia de oferta musical, como demuestra el hecho de que, en el periodo comprendido entre junio de 2016 y diciembre de 2017, se vendiesen a través de la web especializada ticketea más de medio millón de entradas para festivales celebrados solo el pasado año.
Según señala a Efetur el CEO de esta plataforma de venta “online”, Javier Andrés, esta cifra es “muy positiva” porque pone de manifiesto que el país cuenta con “una oferta musical de calidad” que levanta cada vez más pasiones entre los melómanos.
“Solo con los siete principales festivales que se desarrollaron el pasado verano en España, en los que se consiguieron más de 1.255.000 espectadores, se llegó casi a la mitad de asistentes alcanzados en todo 2016, cuando se registraron 3.520.000”, explica.
El festival Arenal Sound, según sus datos, encabezó la lista de los más demandados con más de 300.000 espectadores en 2017. Le siguieron el Primavera Sound, el ViñaRock, el Festival Internacional de Benicaism (FIB), el Mad Cool, el Sónar y el BBK.
Festivales todos ellos que “han evolucionado mucho en los últimos años” porque, a su juicio, este tipo de eventos se están convirtiendo en un “motivo vacacional” y los clientes esperan encontrar en el destino “no solo conciertos, sino toda una experiencia”.
“Se han puesto de moda los food trucks, se han creado paquetes turísticos especiales… el festival es ahora un resort de ocio y cultura que tiene la música como núcleo central”, defiende.
Perfil del festivalero
Según los datos de 2017 manejados por esta plataforma, que comercializa el 64% del total de los festivales de nuestro país, las mujeres siguen “inclinando la balanza de las compras”, al representar el 52,8%.
En cuanto a la edad de los asistentes, Andrés revela que un 38% de las compras son realizadas por jóvenes de entre 25 y 34 años, seguidos de clientes de entre 18 y 24 años y, muy de cerca, de aquellos que tienen entre 35 y 44 años.
“Los festivales ya no son lo que eran, hay muchas tipologías, la música se mezcla con otras disciplinas permitiendo que el abanico de edad sea más amplio”, comenta. Y añade: “Ya no se trata de diseñar un festival al uso, sino de ofrecer al asistente una oferta completa”.
Por procedencia, el 90% de las compras realizadas para asistir a festivales españoles en 2017 se realizaron desde territorio nacional. En el apartado internacional, Alemania, Reino Unido, Portugal, y Estados Unidos fueron los que más entradas compraron para disfrutar de eventos musicales en España.
Pese a que el gasto medio no se puede determinar porque, según Andrés, “hay conciertos que van desde los 10 euros hasta los 120 euros -depende de los promotores-”, sí se puede afirmar que casi el 40% de las compras se realizan vía móvil.
En cuanto a los grupos que más pasiones levantaron entre los amantes de la música están nombres como Vetusta Morla, Izal, Lori Meyers, Supersubmarina, Love of Lesbian, Sidonie o Iván Ferreiro. De hecho, “el Top 10 estuvo integrado al completo por grupos nacionales”. En el panorama internacional destacaron artistas como Arctic Monkeys, David Guetta, Crystal Fighters o Radiohead.
Eventos de otra naturaleza
Pero no solo de pan vive el hombre ni de música vive ticketea. De hecho, explica Andrés, el abanico de venta de entradas es “bastante amplio” e incluye desde cursos de cocina hasta billetes para el teatro, pasando por musicales, ferias, charlas o conferencias.
Aunque “el grueso” de la actividad está en la música, el teatro y los musicales, se está observando como “crecen notablemente” las exposiciones, tanto en número de eventos como en un aumento del interés del público por las artes plásticas.
Sea como sea, queda claro que España va ganando posiciones como destino cultural, donde su amplia oferta se reinventa para captar a un viajero ávido de experiencias integrales y donde la música sigue siendo la gran maestra de ceremonias.
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