“Tocadas por la mano de Dios”, dos ermitas de leyenda en Valencia


No están muy perdidas de la mano de Dios pero sí que están tocadas por esa mano divina. La ermita de Santa Anna y la de la Virgen del Puig, en el término municipal de Xátiva (Valencia), esconden una historia y una leyenda que las convierte en un curioso atractivo turístico.

Dice la leyenda que las dos ermitas estaban juntas en el alto de una colina pero sus moradores no se llevaban muy bien entre ellos. No dejaban de pelearse entre sí hasta el punto de que, según la tradición, los vecinos no conocían momento alguno de descanso por lo que pidieron la intervención divina… ¡y bien que la hubo!.

Se cree que Dios bajó de los cielos para personarse en el lugar y solucionar el conflicto con un manotazo. Dio este manotazo entre ambas construcciones y, dice la historia, que fue tal el golpe que ambas se desplazaron para alejarse, entre sí, unos 4,4 kilómetros en línea recta.

Esta distancia ha servido para que los lugareños asegurasen que la palma de la mano de Dios mide 4,4 kilómetros. Sea o no cierta la leyenda, lo que sí está fuera de toda duda es que estas historias contribuyen a incrementar el atractivo turístico de estas dos ermitas. Los que dirigen sus pasos hacia este lugar serán testigos de atardeceres únicos pues están situadas en algunos de los puntos más elevados de la zona.

Las dos ermitas de leyenda

La ermita de Santa Anna, por ejemplo, está a 334 metros de altitud, sobre un cerro en el que se divisa una gran panorámica de toda la comarca.  Se construyó entre 1453 y 1456 por iniciativa de Rodrigo de Borja, antes de que llegara a ser nombrado el Papa Alejandro VI, y está catalogada como Monumento Histórico-Artístico de carácter provincial.

Es un edificio rectangular, que permaneció muchos años abandonado, con muros de piedra reforzados por contrafuertes y sillares. La puerta es de arco de medio punto y da acceso a una nave cuyas bóvedas son de estilo gótico y conservan los escudos de los Borja.

Techo gótico de la ermita de Santa Anna. EFETUR/Cedida por E.Canto

Techo gótico de la ermita de Santa Anna. EFETUR/Cedida por E.Canto

En el otro extremo de la palma de Dios se ubica la ermita de la Virgen del Puig que fue construida en el siglo XVI, aunque ha sufrido actuaciones de reconstrucción en el siglo XIX, XX y actualmente. Se levanta en un cerro a 307 metros de altura y también es una atalaya perfecta para divisar el entorno natural de la comarca de La Costera. Lo más destacable es que en su interior todavía hoy se conservan representaciones de la Anunciación, así como los escudos del Reino y de Xátiva.

El senderismo es una de las opciones más viables para recorrer -aunque no en línea recta- la palma de Dios y ver estas dos construcciones que han protagonizado desde hace varios siglos las leyendas y misterios religiosos de esta zona.

En concreto, hay que recorrer 11 kilómetros de dos rutas senderistas no señalizadas en las que hay magnificas vistas. Durante el recorrido, el caminante se acerca, además, al casco urbano de Xátiva.

El tercer domingo de Pascua es uno de los días de más ajetreo en estas ermitas porque el municipio celebra una romería desde las calles del pueblo hasta estos cerros.

Las leyendas sobre apariciones y otros fenómenos sobrenaturales se convierten aquí y en muchas otras ermitas españolas en uno de los principales ganchos que transforman a estos lugares en sitio de culto y veneración para personas religiosas y para los amantes del misterio.

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