Cómo combatir los gérmenes estés donde estés



Hay gérmenes por todas partes. En el aire, en las plantas y los animales, en la tierra y en casi todas las superficies que tocamos, hasta en el cuerpo humano. Este término genérico para referirse a los microbios engloba a bacterias, virus, hongos, protozoos y helmintos, que pueden desembocar en enfermedades o trastornos como parásitos intestinales, gripe o coronavirus, entre otros. Con todo, la mayoría de los gérmenes no resultan perjudiciales, ya que el sistema inmunitario actúa para combatirlos.
Con todo, conocer al enemigo y las mejores formas de combatirlo ayuda mucho a la hora de proteger tu salud, ya vayas al Mercadona o a Malasia. La mayoría sabemos lo básico: lavarse las manos con el fervor de lady Macbeth (¡20 vigorosos segundos, por favor!), evitar tocarse la cara y, durante los brotes virales, llevar guantes y mascarillas cuando salgas a lugares públicos.
Con todo, los gérmenes acechan en los lugares más inesperados y en los objetos más mundanos. Estas son las mejores prácticas de higiene que puedes aplicar a la vida cotidiana y cuando estés de viaje.

No te olvides del móvil

Los expertos afirman que puedes exponerte a los gérmenes inconscientemente a través del móvil. «Al agarrarlo y pasar el dedo por la pantalla, tienes las manos en el teléfono todo el tiempo. Tocar mucho se traduce en una mayor probabilidad de gérmenes», explica Chuck Gerba, profesor de microbiología e inmunología de la Universidad de Arizona en Tucson.

No te olvides del móvil

Un estudio publicado en 2017 en la revista Germs analizó 27 móviles de adolescentes y descubrió que las pantallas albergaban un abanico de virus y bacterias, entre ellos la E. coli causante de enfermedades gastrointestinales, infecciones de la piel por estafilococos que dañan la piel y faringitis estreptocócica. Gerba, al que llaman «Dr. Germ», también ha seguido infecciones por estafilococos extendidas (conocidas como Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o MRSA, por sus siglas en inglés) en hospitales y ha rastreado su fuente hasta los teléfonos.
Aunque creas que cuidas con esmero de la seguridad de tu móvil, es una buena idea limpiarlo —también la funda— al menos una vez al día con toallitas con alcohol. Sin embargo, no todos los desinfectantes pueden usarse en todos los teléfonos. Apple, por ejemplo, desaconseja el uso de lejía en iPhones.

Minimiza los puntos de contacto en el transporte público

Un estudio de 2011 publicado en BMC Infectious Diseases determinó que existen seis veces más probabilidades de contraer un resfriado al usar el transporte público para ir a trabajar que al usar coches particulares. Así que puedes considerar que los autobuses, metros, tranvías y ferris son como placas de Petri móviles.
Esto no quiere decir que no se deba usar el transporte público, sino que simplemente los viajeros deben ser conscientes de la higiene cuando lo hagan. Las formas más obvias de hacerlo son lavarse las manos o ponerse desinfectante nada más bajarse y evitar tocar los asideros, los respaldos de los asientos u otras superficies.
Jason Tetro, microbiólogo canadiense y autor del libro The Germ Code, sugiere ponerse una bufanda alrededor de la boca y la nariz para contar con una capa protectora más contra gérmenes que se desplacen por el aire. «Tienes que contar con barreras. Las bufandas y los guantes funcionan muy bien, siempre y cuando los laves en cuanto vuelves a casa», afirma Tetro.´

Limpia tu rincón del avión

Gerba debe el mote «Dr. Germ» a haber hecho pruebas de gérmenes en habitaciones de hotel, cruceros y aviones. En los aviones, sus experimentos desvelaron concentraciones elevadas de estafilococos, norovirus y virus de la gripe. Aconseja a los pasajeros que lleven toallitas desinfectantes y limpien a conciencia las bandejas, las hebillas del cinturón, los reposabrazos, los reposacabezas y las persianas.
«Esta generación ha tocado más superficies que cualquier otra generación en la historia. Hace unos 120 años, todos éramos agricultores y veníamos a la ciudad una vez al mes. Ahora viajamos mucho más, tocamos mucho más y transmitimos gérmenes al hacerlo», afirma, indicando que las pantallas de los cajeros y los botones de los ascensores de los hoteles también pueden tener suciedad invisible.

Cuidado con lo que comes y bebes

No hay evidencias de que la COVID-19 se transmita a través del agua ni la comida. Otros gérmenes, sobre todo bacterias como las que causan la giardiasis y el norovirus, sí pueden hacerlo. Esto quiere decir que deberías vigilar lo que comes y bebes cuando viajes.
Si vas a visitar un país o región en vías de desarrollo sin un sistema fiable de agua potable, usa agua filtrada o embotellada para beber y lavarte los dientes. Es relativamente seguro ducharse o bañarte con agua local cuando estás en el extranjero, simplemente evita que se te meta en la boca. «El agua contaminada es una de las fuentes principales de enfermedades gastrointestinales en el mundo», explicó Georges Benjamin, director ejecutivo de la Asociación Americana de Salud Pública (APHA, por sus siglas en inglés).
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